11 septiembre 2012

Arbeit Marcht Frei.

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Viaje a Cracovia.
Cuando cogimos el avión, había una chica con el pelo rojo anaranjado, llevaba una falda que le llegaba justo por debajo del pompis(?) y llevaba unos tacones que la hacían medir, mínimo, 1,90.
Cuando llegamos, estuvimos dando un paseo por Cracovia, y después fuimos al Hostel, y la habitación era preciosa.
Por la noche, fuimos al barrio judío, que dicen que por ahí hay mucha marcha por la noche(?).
Y esa noche, fue mi primer cabreo.
Resulta que había algunos puestos donde vendían unos paninis, y nosotras fuimos a comprar 2 para compartir entre 4 personas. Yo me estaba muriendo de hambre.
Entonces, la amiga de mi madre, fue a pedirlos,  y pidió el mío sin preguntarme de qué lo quería. Y de repente la escucho pedir uno de queso (que me gusta), con mayonesa (que no me gusta) y con ketchup. Se ve que ese era para mí, porque el otro era con espinacas ¬_¬.
Resulta que cuando nos los dieron, debajo del queso, había una super capa de champiñones (que los odio con toda mi alma). Pues mientras me moría de asco, me comí medio asqueroso panini. 
Después de ese incidente, estuvimos dando un paseo, y después de unas mil vueltas al barrio ese, en un momento de lucidez, se dieron cuenta de que estaba heladísima, tanto que estoy segura de que de que si me dabas con un martillo, salí despedida en mil pedacitos de hielo.
Después nos fuimos al apartamento, pero no sin antes de que le sacaran fotos a todo lo que se les ponía por delante.
Al día siguiente, nos fuimos a Auschwitz, el campo de concentración, y después de Auschwitz fuimos a Birkenau, otro campo de concentración aún más grande.
Me dieron muchísima pena los judíos, gitanos y sobiéticos que estuvieron en Aushwitz, porque les hicieron de todo.
Y no existen insultos suficientes para Hitler y los nazis.
Me quedó grabado que, a la entrada de Auschwitz ponía: Arbeit Marcht Frei. Que era algo como: Los que trabajen serán libres.
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Por la tarde. fue mi segundo cabreo, pero no voy a contar por qué.
Después de salir de un castillo muy bonito, fuimos a un carricoche a visitar La Ciudad Vieja. El carricoche era una especie de mini bus sin puertas y con techo que te daba una vuelta por la ciudad.
Yo, debido a mi cabreo, me puse a escuchar música a todo volumen para no tener que escuchart idioteces e idiotas.
Por la noche fuimos a la plaza mayor, que es una plaza preciosa; hay una fuente muy bonita en forma de triángulo, alrededor de la plaza hay como una especie de catedrales o no sé qué son y puestos de flores en el centro. También hay muchas cafeterías, y mucha gente paseando. En las cafeterías, la mayoría de la gente está en las terrazas. Hacía muchísimo frío, pero la gente estaba en las terrazas (a parte de porque alguna gente fumaba), porque había mantas. Sí mantas. Yo nunca había visto eso de las mantas en las terrazas, y me quedé fascinada. Había de muchos colores, como conjuntando con el preciosísimo diseño de las terrazas (que tenían manteles chachis, y las sillas a juego). 
Al día siguiente, por la mañana, cogimos otro carricoche de esos, que nos llevó por el guetto. Me encantó ese viaje, porque yo iba atrás, del todo y el asiento estaba al revés, y como a ellas no les gustaba ir marcha atrás, pues fui yo sola escuchando música y viendo la ciudad toda happy (?).
Vimos la fábrica de Oskar Schilnder, un castillo raro, y yo vi al conductor que era guapísimo.
Después vimos otra vez el barrio judío, ya cuando dejamos el carricoche, y entramos en una sinagoga (muy sosa) y en una librería; nunca me había aburrido en una librería.
Después fuimos a comer fuera ya del barrio judío.
òr la tarde fuimos a las minas de sal, que son unas minas que están todas hechas de sal piedra, que eran unas rocas con una especie de cristalitos que son la sal.
Fue muy, muy bonito y muy, muy cansado.
Por la noche cenamos en un restaurante que había debajo del Hostal donde estábamos, y los camareros eran muy amables.
Después nos fuimos a dormir y al día siguiente cogimos el avión a Madrid.
De Madrid, estuvimos toda la tarde de viaje y por la noche por fin llegamos a mi ciudad.
Esta mañana fui con mi madre al Corte Inglés, porque mi maravillosa abuela me ha comprado una plancha ghd *0*.
Es esta, exactamente esta con funda y todo:
Ahí parece lila, pero es rosa :)
Y por la tarde, después de estrenar la plancha, jejeje, quedé con unas amigas, que llevaba muchísimo tiempo sin verlas. Mañana quedaré con Gabriela, y el Jueves iré a la casa de Inés a plancharle el pelo y a ver las películas de Harry Potter, ah, y a fangirlear como locas.
No tengo nada más que contar :3 Besitos!

5 truths:

Inés Blackfeather dijo...

Holii
Dios, yo quería visitar la fábrica de Oskar, ¿Viste la pelicula? Es tremendamente horrible, pero me encató.
Los del Comenius que van a Polonia siempre se sacan una foto debajo del letrero ese.
Jejejeje, a mi me encantan las espinacas.
Si el Jueves ^^ jijijijiji

Besitos!

Delf Strass dijo...

¿Has ido a Auschwitz? ¿HAS IDO A AUSCHWITZ? Ay, Marta, ojalá yo estuviera en tu lugar. Me fascinan todas las historias nazis. Sé que no suena muy bien al decirlo. Estoy en contra de lo que hicieron, claro está, pero me gusta ver películas y leer libros sobre este tema. Ojalá hubiera ido a Auschwitz. Allí se ambientó uno de mis libros y películas favoritas: El niño con el pijama de rayas. Cuando sea mayor, iré a muchos campos de concentración.
Tu viaje ha sido muy emocionante y entretenido*-*, o al menos para mí, que no viajo mucho.
¿QUE TAMBIÉN FUISTE A LA FÁBRICA DE SCHINDLER? ¿DE VERDAD? La Lista de Schindler es otra de mis películas favoritas. Marta, estás yendo a todos los lugares que me gustaría ir*-* Te envidio, ceporra, te envidio. Por cierto, he puesto en mi última entrada una foto de tu ceporra en miniatura, jeje. Si quieres verla...
Besis<33333

Z. dijo...

Dios, quiero ir a Auschwitz también, me encantaría hacer un viaje como el tuyo. Te lo has tenido que pasar genial.
Bueno guapa, no tengo tiempo. Un beso.

ad dijo...

Sho quero.
En serio. Lo describes tan bonito ;______; Y a mí los libros inspirados en los nazis y los campos de concentración me gustan. Me gustan mucho. Es un viaje que llevo tiempo queriendo hacer D: Además, adoro ir a ciudades donde hace mucho frío. Calor ya tengo de sobra en Sevilla.
Yo suelo acabar cabreandome mucho con la gente cuando voy de viaje. A veces es insoportable, así que te entiendo.
Oh, que chachi la plancha. Mi hermana tiene una muy muy parecida. Es de la misma marca solo que es morada entera. Mola mucho :) Y planchan el pelo super bien.
¡Besis!

Anónimo dijo...

Joooo.... Das envidia con tu viaje. Mucha envidia.
Lo de los cabreos es algo fundamental es mis viajes familiares. Odio que me cabreen cuando estoy de viaje. Lo único que quiero es visitar la ciudad, hacer fotos y sumergirme en mis propios pensamientos.
Tu plancha es muy cuqui. Yo tengo una en burdeos y me encanta.
Besos :33

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